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lunes, 21 de febrero de 2022

De los labios para afuera

  


En nuestra ciudad, como en cualquier lugar del planeta, seguramente, los casos de animales maltratados y abandonados siguen aumentando.
Podemos comprar y regalar culpas por todos lados, podemos emitir juicios de valor y opiniones críticas sentados cómodamente en un sillón de la sala, mirando un noticiero por televisión, o una novela, charlando con un compañero de trabajo o en innumerables de otras circunstancia.
Todo vale para opinar. De cualquier modo, no vivimos en un país que lo censure. Opinar es un derecho... ¡Y bien que lo hacemos!
Pero definitivamente hay un paso muy grande, como di a entender en un artículo anterior, entre la opinión y la acción.
Dejemos de lado a aquellos cuya única función es la crítica como deporte. Estas personas no me interesan, tampoco deberían interesarte. No deberías gastar palabras en contraatacar un comentario absurdo o malintencionado, porque de esa manera lo único que estarías logrando es ponerte a la misma altura que quien le quiere meter el palo a la rueda de tu carro.
Vamos a ocuparnos un momento en aquellas personas cuyas opiniones, buenas o malas, coincidan o no con las nuestras, las emiten convencidos de que pueden mejorar algo con ellas. Es decir, aquellos que opinan con buenas intenciones.
Muchas veces hay ganas de colaborar, pero no sabemos cómo hacerlo.
A veces sentimos que una simple donación no pueda cambiar nada, que no es mucho, a veces sentimos que si no tenemos dinero no podemos dar otra cosa, o que si no pertenecemos al grupo que ayuda a los animales no podemos ayudar. Nada más lejos de la realidad. En verdad, los colaboradores externos son de suma importancia (por no decir los más importantes, para no ofender a nadie).
Tú puedes ser uno de ellos. Puedes ofrecerte a cobijar un animal rescatado por unos días en tu patio trasero, hasta que sane o sea adoptado. Puedes traer donaciones de cosas que tus mascotas ya no usen... O hasta organizar una campaña de recolección de insumos en tu casa.
Puedes hacerlo de manera anónima o pública. Lo importante es lo que salga de tu corazón.

Desde Huellitas a casa, continuamente buscamos la colaboración externa. No somos un grupo multitudinario, somos unas pocas personas que ponen todo de su parte para lograr sus objetivos. Generalmente, una actividad que genera unos cuantos ingresos viene acompañada de varios casos que generan el doble de gastos, por lo cual casi siempre nos encontramos en números rojos. Agradecemos profundamente a los veterinarios y dueños de forrajerías que nos permiten tratar a los animales y pagar después. Esto es una muestra de confianza que nos dan y realmente no hay palabras que describan lo mucho que nos ayudan y lo agradecidos que estamos por ello.
Si bien no compartimos de manera pública nuestros balances, por considerarlo una falta a la privacidad, estos están disponibles para quien, de manera privada, desee verlos. Contamos con registros detallados de todas las actividades, ingresos y egresos desde la creación del grupo hasta la fecha.

En este punto quiero que, aunque a veces estemos más que ocupados para publicar todos los casos que tenemos, éstos existen y que sin la ayuda de la gente no sería posible avanzar.
Pero necesitamos más. Estamos buscando personas que se comprometan a apadrinarnos con una donación mensual o eventual. Buscamos también, personas que quieran transformarse en colaboradores y externos y, si así lo desean, integrantes del grupo HUELLITAS A CASA.
Sin esta colaboración, el panorama a futuro podría no ser tan bueno.
Es por eso que tu colaboración sirve, es importante, mucho.

Por último, también  es necesario que sepas que no todo pasa por un grupo de rescate animal. La mayoría de las acciones pasa por tu propia mano.
Hay quien piensa que colaborar es llamar al grupo de rescate cuando ven un perro en la calle que está abandonado. Pues esa no es la solución, no es la manera. No es posible que cinco personas puedan solucionar los problemas de abandono en toda una ciudad. Si. Tal vez pensaste en un grupo de veinte o treinta miembros, pero la realidad está muy lejos de eso. 
Tampoco pienses en una perrera. No es eso lo que hacemos. No amontonamos perros en un terreno para que no anden sueltos. ¿Cómo se podría solucionar el problema de base si ese fuera nuestro objetivo? Y creo que aquí hablo por uno y cada uno de los grupos de rescate de Las Rosas y del mundo. Perreras no, amontonar no. Rescate sí. Tránsito provisorio sí. Primeros auxilios sí. Búsqueda de una familia sí.  Eso para aquellos que todavía lo dudan.
Si realmente quieres hacer una buena obra, toma partido, toma acción. Ves un animal herido. Tienes el potencial para rescatarlo y darle los primeros auxilios. Tú mismo puedes levantar tu celular, dejar de ver estados por unos segundos y sacar un turno para castrarlo en forma gratuita. Que tus opiniones, tus críticas constructivas, tus palabras, se transformen en acciones generadoras de bienestar.
Tampoco creas que vamos a ir a pelear con la gente porque abandonaron un perro. ¿Por qué lo haríamos?
Si tú quieres hacerlo, no puedo decirte que no, es tu decisión, pero por favor, no tomes el nombre de nuestro grupo (ni de ningún otro grupo) para respaldar decisiones tuyas que no fueron previamente consensuadas. EL RESPETO ANTE TODO.

Si a tu tiempo libre le hace falta una causa solidaria, si a tu vida le hace falta una motivación social y te agradan los animales, te animo a que te comprometas. No con nosotros. CON ELLOS. Con los callejeritos de tu barrio. Y si ves que te motiva, que te emociona, que te llena, que te hace sentir bien... pues vamos para adelante. Un simple mensajito y te sumamos a nuestra causa.
Eso sí... requisitos obvios. Pero ya te contaremos más acerca de ellos cuando nos llames.

Contamos con tu aporte voluntario.



Si estás interesado en adoptar de nuestros rescatados, completa
y déjanos tus datos
o escribe a mailhuellitas@gmail.com
¡Gracias por tu amor hacia los animales!

Colabora con la causa
Tu donativo ayudará a alimentar, cobijar, mejorar la salud y dar tránsito provisorio a estos y otros animalitos hasta conseguir su familia del corazón.









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